Miel blanca de doncella, extraida por el abuelito de Miguel.
Miguel la trae directamente desde Rabinal. Usualmente viene los jueves a pararse ahí frente a ese Centro Comercial, adelantito de la pasarela, pero hoy vino martes (me dice) y yo pienso «que suerte la mía».
Me lo encontré mientras caminaba, lo ignore, como la mayoría, pero el corazón me hizo regresar a buscarlo.
Hablamos un rato, le pregunte por su miel…
Es buena para curar el cancer de matriz de su mamá que esta internada en el INCAN, parece que no va a salir sino hasta el otro año. También es buena para pagar el cuarto que rentan en la zona 6 y borrar el recuerdo del tumor que se llevo a su papá.
Sus hermanos mayores están aquí también, no siempre se ven… Y el pequeño esta con los abuelos, en Rabinal.
Volvimos a la miel, me ofreció dejarmela en menos, le pedi que me contara para que más era buena.
Para los huesos, los musculos, los dolores de cabeza y la garganta…
Ah y también para abofetear a aquellos que nos quejamos de la vida.
Buen provecho Miguel.